"Cuando la consultaron, el Hada Fantasía dijo que María Elena había iluminado la tierra por un tiempo que es el tiempo que conocen los hombres y que ahora debía partir hacia otras dimensiones desconocidas para los humanos.
El Hada Fantasía, cuando la consultaron, dijo que había venido a llevarse a María Elena a paraísos lejanos que están más allá de la tierra y que sólo conocen los personajes de los cuentos.
Entonces fue que la Maga de los chicos, aquella mujer increíble que susurraba nanas en las cunas de los bebés, la misma que dibujaba sonrisas de payasos en las caras de los niños y pintaba los cachetes de las muñecas, la que llenaba los espacios infantiles con pentagramas y claves de sol, se fue silenciosamente de este mundo. Salió en puntas de pies, porque sabía que sino, los niños, y los bebés, y los adultos con corazón de niño, no la iban a dejar partir..."´
Dora Leonor Ponce. En viaje con el hada fantasía.
"María Elena cambió la literatura infantil en toda América Latina, cambió la manera de ver la infancia y de mirar a los niños, con una actitud nada condescendiente, sino respetuosa e inteligente", explica María Fernanda Maquieira, que editó su obra completa, tanto infantil como para adultos, en Alfaguara. "Sus textos infantiles tenían una calidad literaria extraordinaria, y era capaz de combinar la literatura clásica y la popular como nadie". Su obra se alejó del tono moralizante de los cuentos de la época y abrió un mundo nuevo de imaginación y juego, más relacionado con la Alicia de Carroll que con la literatura tradicional argentina.