El control de esfínteres en los niños es un hito importante en su desarrollo. Aunque se estima que la mayoría de los niños logran este proceso entre los 18 y 24 meses, es fundamental comprender que cada niño tiene su propio ritmo y tiempo para alcanzar esta habilidad. En Pasito a Pasito, se reconoce y respeta esta variabilidad individual, recibiendo a niños con pañales hasta la sala de tres años, incluída.
El proceso de control de esfínteres no se limita únicamente a aspectos físicos, como la madurez de los músculos y nervios necesarios para el control voluntario de la vejiga y los intestinos. También se ven influidos por factores emocionales y ambientales. La relación entre padre/madre e hijo, así como la participación de otros cuidadores y personas cercanas, desempeñan un papel crucial. Establecer límites claros, brindar estímulos positivos y mantener una relación amorosa, sin presiones ni maltratos son elementos esenciales para el éxito en este proceso.
Además, es importante considerar los hábitos intestinales de los niños. Algunos pueden enfrentar dificultades relacionadas con el estreñimiento, lo cual puede generar dolor durante la evacuación y llevarlos a evitar ir al baño. Por otro lado, los niños que experimentan episodios intermitentes de diarrea pueden tener aparentes retrocesos en el control de esfínteres debido a la urgencia de evacuar. Estos factores podrían afectar el proceso.
Asimismo, es común observar regresiones en el control de esfínteres cuando llega un nuevo hermanito a la familia. El niño puede sentirse impactado al presenciar los cuidados y cambios de pañales del bebé, lo que puede generar una regresión temporal y la necesidad de volver a utilizar pañales.
Es importante comprender que el control de esfínteres es un proceso gradual y que cada niño tiene su propio tiempo para aprender. En Pasito a Pasito, se brinda un ambiente respetuoso y comprensivo, donde se fomenta el desarrollo individual de cada alumno. Los padres, cuidadores y familiares desempeñan un papel vital al apoyar y alentar a los niños en este proceso. La paciencia, la atención diaria y el reconocimiento de los logros son clave para que los niños se sientan motivados y seguros a medida que avanzan en el control de esfínteres.
Cabe recalcar que es un proceso en el que cada niño tiene su propio ritmo. En Pasito a Pasito respetamos esta individualidad y se brinda el apoyo necesario para que los niños desarrollen esta habilidad en un entorno cuidado y sin presiones.